lunes, abril 30, 2007

Sabado 11 Julio de 1944


Era un vagón estrecho, maloliente, en el que casi no había aire. Te ahogabas en él. No había ventanas, por lo tanto la sensación de estar encerrados, con el temor de lo que sucedería afuera era muy grande. La incertidumbre de saber nuestro destino, el final de las vías, nuestro futuro era mayor aún. No quería recordar el pasado pero tampoco pensar en el futuro, no sabía cual de las dos era peor y eso me atemorizaba.
Era oscuro cuando el tren se paró de repente, muchos de los que en los vagones estábamos empezamos a tiritar aun no comprendo si fue por la brisa fría que hacía en ese lugar o por el miedo y la sorpresa de nuestro destino.
Salimos del vagón poco a poco, esa espera me impaciento y a la vez hacía que mi miedo creciera. Hacía casi un año que no salía del gueto de Varsovia hubiera preferido quedarme allí. Con mis recuerdos y la seguridad de estar con los míos. No en aquel lugar, cuando salí, unos focos iluminaban la escena: una gran estepa y a lo lejos un edifico grande, con cinco chimeneas monstruosas que hacía que sintiera pavor por entrar en ese lugar. No, no quería entrar pero no había más remedio si ellos me lo decían. Ellos, los agentes de la SS que se creían con autoridad suficiente para controlar nuestra vida, nuestro destino, nuestro futuro, nuestra raza. Nosotros no podíamos hacer nada, la rebelión era castigada con la muerte., la única solución por lo tanto era permanecer en silenció como pequeños corderos que son llevados al matadero, ya que al fin y al cabo nuestro destino era ese la muerte, pero la ansia de vivir hacía que lucháramos, que no nos dejáramos pisotear aunque fuera en silenció y dejándonos vejar, torturar e insultar por todos los alemanes de sangre pura.
Allí estaba yo, en medio de esa multitud solo, sin nadie a quien acudir. Esa soledad que hacía tan poco que me acompañaba, esa soledad que iba de la mano de la tristeza de la tristeza por la perdida de un ser querido, amado y apreciado. También fue en el gueto su pérdida, en un instante te puede cambiar todo. Caminábamos felizmente por las calles del gueto alegres porqué dentro de poco acaba el januca. Anna, mi esposa estaba feliz y me sonreía con esos ojos llenos de esperanza y me dedico una gran sonrisa, quizás esos momentos fueron los que me ayudaron a seguir en mi lucha interna. En ese momento Anna estaba distraída y no pudo ver al agente con camisa gris impoluta que se le acercaba, chocaron y ella se cayó hacía atrás. Yo me agache para ayudarla, pero el agente sacó la pistola, apunto y disparó. Luego prosiguió con su caminó. Me quedé helado, esa frialdad en la mirada, la ausencia de palabra. No eché la vista atrás, solo miré a Anna que yacía en la calle con una bala en la frente. Maldije mi estrella amarilla que llevaba en el brazo, la prueba del señor, etc. Solo éramos personas y como tales queríamos libertad.
Esos momentos me hacían recapacitar del porqué de nuestra existencia. Nos tuvieron una noche en la estepa. Yo no pude conciliar el sueño, a causa del hambre y de la sed no había comido nada desde la partida del gueto. Mi garganta ardía cada vez que intentaba tragar mi propia saliva, estaba reseca. Así que tampoco hablé con el resto de la gente. Tampoco lo hubiera hecho de haber podido, no me gustaba la visión que ellos tenían de mejora después de esto, ni tampoco la prueba del señor y mucho menos que algunos estuvieran de acuerdo con lo que nos hacían.
En el amanecer, las puertas del recinto se abrieron, yo estaba cansado, hambriento y sediento. Cuando de esas puertas vi llegar a un hombre con bata pensé, es nuestra salvación aquí vamos a mejorar nuestra situación.
Iluso de mí. Ese hombre era delgado, y nos miraba con ojos de diversión, para los alemanes los judíos no éramos más que pequeños juguetes a más de escoria con la que divertirse.
Los agentes de la SS, al verlo llegar hicieron el saludo habitual, y empezaron a hablar entre ellos.
Al cabo de un rato, el hombre mandó instrucciones a los de la SS. Nos mandaron hacer filas unos detrás de otros y nos mandaron desnudarnos. Ese mandato me dejo asombrado y a la vez avergonzado. No me quería desnudarme delante de una muchedumbre a la cual no conocía aunque lo hice igualmente, eso si poco a poco y con mucho cuidado. Lo peor fue, cuando un agente pasaba por delante de nosotros y fijaba su vista delante de nosotros. Yo era reacio a hacer esas cosas, ni siquiera me gustó todo lo contrario me disgusto y estuve tentado a vestirme otra vez a causa de la vergüenza y frío.
El agente empezó a separarnos por filas, los cual no tenían ningún significado bueno. Normalmente cuando hay dos opciones una es la buena y la otra es la mala, eso me hizo ponerme nervioso y me angustié a causa de saber cual sería la correcta. Me vestí deprisa cuando me lo indicaron y me sequé el sudor frío de mi frente.
Me fui hacía la izquierda, que era mi lugar. ¿Sería el correcto? Eso no se sabría hasta el último momento.
Varios agentes nos dijeron, que éramos afortunados (que bien pensé, por fin fortuna), nos darían una ducha desinfectante y luego nos harían un reconocimiento médico. Mucha de la gente empezó a sonreír, su estado degradante no les impedía estar felices, ¿por qué yo no podía compartir esa felicidad?, quizás era que yo ya me había dado cuenta del error. Sus caras demacradas sonrientes, sus bocas desdentadas con una amplia sonrisa y sus ojos vacíos expresando felicidad me mostraron la cruda realidad, íbamos a morir. En lo más profundo de mi subsconciente esperaba no tener razón, aunque ya me daba por vencido, la guerra había sido pérdida. Con un sentimiento de pena, avance hacía adelante. Entramos en el recinto y nos llevaron a una gran sala, donde había cuatro chicas, todas ellas con estrellas marrones.
Nos ordenaron que diésemos todo el oro que tuviéramos encima y que después se nos sería devuelto. La gente asimilo lo dicho, yo por mi lado, no tenía nada para dar. Siempre habíamos sido una familia de riqueza normal, lo que teníamos lo habíamos vendido para poder comer en el gueto y no morirnos de hambre. Recuerdo de parientes, regalos de nuestros amigos, todo había sido vendido por un poco de carne o por una ración de pan y patatas extras. Permanecí en silenció observando la situación, asombrado de ver los sitios insólitos donde la gente se escondía sus objetos de valor, aun así esa sorpresa no pudo alejar la pena y la tristeza que en mi interior albergaba.
Salimos al exterior, nos llevaron a otra sala grande y nos separaron por hombres y mujeres e hicieron pequeños grupos de 50 personas más o menos.
Allí junto a 50 personas más me empecé a desnudar para ir hacía las duchas, una lagrima se escapó. Este era el final, no podía haber tanta amabilidad, ni tal tranquilidad. ¿Como podían ofrecernos una ducha, si días atrás nos tenían muriéndonos de hambre en el gueto?
Entre a las duchas y oí el ruido metálico de la cerradura a al cerrase, aquí quedaba sellado mi destino, mi vida y mi lucha. Me reencontraría contigo Anna, ya no volvería a sufrir más esta soledad ni esta pena. Poco a poco de los grifos fue saliendo un aire, que nos fue adormeciendo en un sueño profundo del cual no podríamos despertar. Soñé contigo con que te abrazaba, así toda la eternidad.

Bueno con esto me presente a Sant Jordi debe de ser muy penoso porque no ganó ni el 3 premio de mi cole!!

sábado, enero 27, 2007

MeNTiRaS PiaDoSaS


Desde la frialdad de mi celda, observo las noticias hace un par de dias que se comenta mi caso. Tampoco no es nada excepcional, si hubiera sido al revés no se hubiera ni mencionado. Suerte o desgracia espero que muchas otras mujeres sigan mis pasos.

Solo son palabras necias lo que dicen, no sabian lo que pasaba,¿ que era un matrimonio normal? ¿eran normales los moratones en mi cara? ¿ las continuas vegaciones? Acaso me tenia que dejar pisotear por un hombre, que ni siquiera tiene la propia frialdad de afrontar los problemas de cara. ¡No! él era lo bastante valiente, para llegar a casa, y con su borrachera, pegar a su mujer, decirle de todo... si un matrimonio de lo más normal.

Malditas palabras que juzgan lo que no se puede juzgar y que dicen lo que no se puede decir sin sentir. 67 mujeres murieron el año pasado, claro yo tendria que haber hecho lo mismo, dejarme matar. Soy solo una mujer! Mierda de comentario machista! Eso era lo que era él un machista que le encantaba pibonearse de su superiodidad. Si ahora estuviera me reiria de él... ¿quien esta vivo?

Sus mentiras y sus ramos de rosas, perdona mi amor, idiota de mí que le creía, cuando solo era un cretino más. Quizas en ese momento me tendria que haver dado cuenta y ahver cogido el cuchillo y clavarselo en el cuello.

Son las 12, ahora deben de estar deslizando su ataúd a un agujero negro, ojala se pudra allí y los gusanos se coman toda su carne. No me arrepinto de ha verle matado, aunque en las noticias digan que soy una mala madre, un mal ejemplo para la sociedad ya todo me es indiferente, he roto mis cadenas. Ya no tengo que preocuparme de mis actos, ya no lloró, no ya no!

domingo, enero 07, 2007

a JoKe

Monica: Hello, Rose I think we can do the theraping here in the park.
Rose: I like it, but I’m nervous because I don’t like people. They say bad things about it and the other people believe it
Monica: you have a problem…Why are you afraid?
Rose: I’m not afraid, I’m nervous, because the people things about me.
Monica: ok, but they can’t think bad things because you’re with your psychiatrist.
Rose: all right you’re a lovely person.
Monica: Are all the things right in your house or in the high school?
Rose: well…in my house my father and my mother are all the day fighting, but it’s normally because they work in the entrepise. In the high school…I have the same problems, the incomprehension of my friends, but the marks are good.
Monica: Are your friends beautiful?
Rose: yes, Ellen is very pretty, Patty has pretty hair and Lisa has blue eyes and all of them are thin.
Monica: do you have a photo in here?
Rose: no…I don’t but I’m flat and I like this group of friend.
Monica: Do they anything of your weight?
Rose: no, but they think I am fat, I’m not a stupid person, they would like to have a thing friend not a morse.
Monica: What did you eat today?
Rose: an apple
Monica: Anything else? A iogurt or a piece of fruit?
Rose: no just an apple…oh! Yes a carrot but not all half of it.
Monica: you have a problem do you know?
Rose: I don’t have a problem, but my parents think I’m ill they think I have one of this stupid illness.
Monica: But your parents are worried. Do you like it?
Rose: my parents aren’t worried .they are stupid
Monica: ok. They are stupid.
Rose: I didn’t say stupid…I say stupid but it‘s wrong.
Monica: ok, they aren’t stupid. It’s wrong .What are your parents?
Rose: My parents are good parents.
Monica: all right. Do your grandparents live with you?.
Rose: yes, but only my grandmother because, his husband died five years ago.
Monica (smile): Is your grandmother happy?
Rose: yes, because she lives with us and it was a dream for her
Monica: One of her dreams is living with you?
Rose: no, it isn’t, didn’t like residence (laugh)
Monica: do you have a boyfriend?
Rose: why do you want to have this information?
Monica: it’s psychology;
Rose: yes I do his name George
Monica: Is he happy?
Rose: Yes, he says "I’m very happy with you" but I remember the first time I spoke to him he said "you’re a little fat, but you’re pretty"
Monica: did he say fat?
Rose: Yes, because I begin to be on a diet, because I’m in a group of dance and I would to be a little thinner.
Monica: When you dance does he see you?
Rose: yes, he is in the same group of dance as me.
Monica: my mother says to me.
You can change your life,
You can change your clothes,
You can change your mind,
But you can’t change what you are like.
Rose: It’s pretty, George said me: Never change the way you are
Monica: He‘s worried.
Rose: he isn’t worried, he‘s happy, he loves me.
Monica: you have anorexia…
Rose: I don’t have anorexia and don’t piss me of!!!!
Monica: you have anorexia.
Rose: I don’t have anorexia ok?!?!
Monica: I’m not sure, you only eat a piece of fruit an half of carrot.
Rose:I am on a diet, for dinner I eat a bowl of corn flakes with an orange.
Monica: Can you give me this paper? I would like to read the diet.
Rose: I don’t have it here (crying).
Monica (L she takes off the mask) this a joke grandchild, because I’m very worried and your parents too, we would like eat to you more, ok?
Rose: Ok, but you can’t change me, I like my life.
Monica: You’re demanding, we love you.
Rose: Really? Are you worried?
Monica: Yes, (laugh) you don’t remember, you were so little when your cousin was admitted in hospital, the reason was anorexia. Alexia was with one group of friends and they were anorexia, she decided not to eat.
Rose: I as well four years old, I went to see her and she was very thin.
Monica: Ok, do you understand me?
Rose: Yes, you don’t want another anorexia grandchild.
Monica: Yes you’re right. (Smile) you’re me sunshine of my life. I would like to die when
You are not worried about your weight.
Rose: But grandmother, I’m not anorexic.
Monica: I don’t know this. But I know you have a boyfriend.
Rose :( laugh) this’s our secret ok?
Monica:(thinks)ok but promise me you all eat a little more ok?